Una alcachofa
emperifollada
y algo rechoncha
dio un paseo
en olla express
y a su llegada
a la ensalada
dio un suspiro
y se deshojó.
Con gran frescura
Doña Alcachofa
quedó desnuda
y todos vieron
su corazón.
“¡Qué cosa tierna,
qué suavidad!”
dijo la dueña
de aquel lugar,
y las alverjas
las habichuelas,
los pepinillos
y la lechuga,
más bien celosos,
dictaminaron:
“¡se va a resfriar!”
Clarisa Ruíz
Que hermoso, estaba jugando con mi hija de 4 años a contar cuentos y recorde este “poema” a la alcachofa.
El primer libro que me regalò mi mamà fue palabras que me gustan pero lo usé tanto y luego mi hermana que terminó destruido, nunca pensé volver a leer completo el poema a la alcachofa, de chica me lo sabia de memoria pero ahora se me han olvidado algunas palabras y decidí buscarlo para enseñarle a mi pequeña hija… estas son las maravillas dela tecnología…!!!